Envasadora para Bruckmayer Mühle
La automatización ha aumentado la productividad, optimizado el espacio y facilitado el trabajo de los empleados.
El molino Bruckmayer, situado en Altötting (Alemania), es un productor de cereales originales bávaros de alta calidad. Con frecuencia se encuentra en dificultades para satisfacer la demanda de productos del mercado. Motivada por ello, decidió aumentar su capacidad de producción, pero sin aumentar su plantilla.
Inicialmente, la idea era abrir una nueva línea de producción relacionada con los productos para el desayuno, posicionándose en un mercado de alta calidad. Sólo más tarde, la empresa se dio cuenta de que existían otras demandas específicas, como la producción de distintos tipos de harina en el mercado alemán en diferentes formatos comerciales, como:
- harina de trigo;
- harina de espelta;
- harina de cebada;
- harina de sémola.
Además, surgió una segunda necesidad, a saber, la de producir, en dos tamaños de bolsa, diferentes tipos de gránulos:
- copos de maíz;
- cebada en grano; arroz:
- arroz inflado.
Tras escuchar atentamente cada una de las peticiones de los clientes, el departamento técnico comenzó a realizar diversas pruebas que desembocaron en la solución óptima: la construcción de la envasadora de bolsas preformadas B-20, creada específicamente para Bruckmayer Mühle. De hecho, la máquina está equipada con tecnología de dosificación dual para garantizar un resultado perfecto tanto con polvos como con granulados. La bolsa se cierra con una costura de un solo pliegue. Además, la gama de formatos es variable, de 0,5 a 2,5 kg, exactamente como deseaba el cliente.
De este modo, el molino produce un almacenamiento adecuado, lo que le permite aumentar la producción y reducir el personal encargado, evitando problemas como accidentes laborales y enfermedades profesionales. A los operarios sólo les queda cargar los sacos vacíos en el almacén de la máquina y encajonarlos: tareas que sólo requieren un supervisor. Además de la satisfacción del cliente, nuestra máquina también ha permitido obtener unos resultados óptimos, ya que los proveedores reciben un saco, de harina o grano, perfectamente cerrado y con la cantidad correcta de producto en su interior, cumpliendo plenamente la normativa gubernamental.
Por último, gracias a la calidad y al correcto cierre de los sacos, se garantiza un almacenamiento adecuado de las materias primas.
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